Apart

Mis manos

Sin mis manos ser?a sordociega.

Ellas aprendieron a escuchar el pulso bajo la piel y el ?rgano bajo la carne. Un pulso, completamente otro al del coraz?n, empapa mis dedos de acontecimientos irresueltos que terminaron por ser destinos, susurra historias que reposan en mi tacto coloidal.

Mis manos son para el otro, no me pertenecen del todo, es el otro quien las sumerge en su relato, ellas s?lo escuchan las im?genes que subyacen en el fondo. Ellas acuden a la llamada del tejido para encontrar su filo, ese lugar desde el que ya no es posible ir m?s lejos, el conf?n que har?a del movimiento rotura, pero sin el cual no es posible el avance.

Mis manos son permeables, manos de anfibio, respiran a dos niveles, el propio y el ajeno. Cuando son propias, juegan con arcilla, cuando son ajenas son o?dos, antenas, son ojos, son puertas.

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