Sobre Ana Belén

Desde dentro

Quizá la sensación más vieja que recuerdo -imposible entonces, en esa primera huella, ponerla en estas palabras- es la de sentir que cada persona tiene una mirada propia, una forma de percibir el mundo y de devolver de nuevo al mundo aquello que le ha atravesado y transformado al recorrerlo por su único y particular interior. Mi mirada, la sensación que tengo de ella desde mi infancia, provocaba cierto desconcierto en los adultos. Los ojos de una niña flaca e inquieta que no se extrañaba de la muerte, inconforme siempre con la evidencia, capaz de disfrutar de la visita a un enfermo sin obviar la enfermedad y consciente a la vez de la vida que aún latía, les traía cierto desasosiego. Mi diminuta mirada era inquietante.

Esa sensación con los años se fue convirtiendo en una certeza, la de que cada uno de nosotros ve el mundo de una forma única que aporta un pequeño destello de verdad, que suma sentido y conciencia a una sabiduría que traspasa lo meramente personal. Esa certeza de alguna manera a guiado mi vida, mi cuidado personal y mi desarrollo profesional desde la toma de responsabilidad de que mi mirada aportara siempre al mundo y al Otro algo de valor. Abrazar la responsabilidad de que el paso de la vida por mis ojos re-pusiera en la realidad algo que mereciera la pena compartir. También dar a la mirada del Otro un lugar importante y esencial en mi crecimiento como organismo vivo y como ser humano. La vida, las circunstancias, los maestros, los amigos, los amados, los amantes, los terapeutas que encontré me permitieron construir y encontrar formas en las que aprovechar esa diferencia de mis ojos para convertirla en algo que aportar al mundo.

Lo que encontráis de mí en esta web no son más que las diferentes maneras en las que mi mirada toma la palabra y la acción; en la que mi voz interpela la mirada del Otro, en la que mis manos comprehenden la creación de sentido y el servicio a los demás. Me ha llevado mucho tiempo poder perder el miedo a entregar todas estas cosas, pero desde de que entendí que callar o no dar es más peligroso que expresar y entregar, no puedo sino dejar mi mirada expuesta por si al otro lado hay alguien a quien le puede servir, alguien al que le pueda tender una mano que le ayude a comenzar a caminar hacia un lugar más fértil para sí mismo, como tantas veces me ha sucedido a mí en el encuentro con la mirada, con la voz, con la palabra o con el tacto de los otros.

Escribo para comprender primero, para compartir después, para crear nuevas realidades que nos ayuden a mí y a ti a ver un poco más de este misterio insondable, inagotable que es la vida.

Trabajo en la consulta para elevar mi conciencia, para cuidarme a mí misma y para compartir ese espacio que a mí me ha resultado esencial para Ser y para Estar, para Hacer, para Tener, para Crear. Trabajo con los pacientes desde la perspectiva de poderles devolver más autoconocimiento, más potencia, y más actualidad desde la indudable certeza de que son ellos los que hacen el trabajo, yo solo estoy, escucho, les devuelvo lo que ellos ya saben aunque no lo recuerden, lo que tienen aunque no recuerden dónde lo guardaron, lo que su cuerpo conoce. Sobre todo, con la absoluta humildad de quien sabe que son ellos los que me enseñan constantemente a mí nuevas miradas, nuevos mundos, nuevos sentidos que me ayudan a mejorar cada día.

Desde fuera

Desde 1999, año en el que terminé mi licenciatura de Filosofía y comencé a estudiar terapias complementarias, la Filosofía y la Medicina han sido los dos ejes que han dado forma a mi vida profesional y académica. Mi formación universitaria continuó primero con un Máster interdisciplinar (DEA) entre las facultades de Filosofía, Medicina y Psicología, Fundamentos y desarrollos psicoanalíticos, y culminó con la obtención del título de Doctor en Ciencias Biomédicas en la facultad de Medicina con la tesis El cuerpo como sistema complejo. Una aproximación epistemológica a las medicinas complementarias.

Si quieres saber más sobre mi tesis aquí tienes en enlace a su publicación online.

Ahora prosigo con la investigación sobre el cuerpo, aunando la visión de la filosofía, de la filosofía de la ciencia y de la medicina. La investigación epistemológica, la filosofía de la ciencia y las humanidades médicas son mis intereses principales.

Mi vida profesional tiene dos pilares. El trabajo de investigación que implica la escritura como último paso par poder compartir y comunicarme con más personas para enriquecernos mutuamente. Y mi trabajo como terapeuta que tiene como base la consulta, el trabajo práctico con pacientes desde el ámbito de las terapias complementarias y la investigación más teórica sobre temas que exploran el cuerpo desde la relación entre filosofía y medicina, que redunda en el ejercicio empírico de la clínica.

Si quieres saber más sobre la consulta puedes consultar mi web.